Antes de comenzar, veamos tu situación primero:
¿Has tenido alguna relación tóxica?
- 0%Todas han sido complicadas y difíciles.
- 0%Tuve una que me marcó.
- 0%He tenido buenas relaciones hasta ahora.
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En primer lugar, hay que tener en cuenta que en toda relación sana debe existir una comunicación abierta y honesta. Esto significa que debemos hablar de nuestros sentimientos y necesidades sin miedo al rechazo o la crítica. Por lo tanto, debemos estar dispuestos a hacer lo mismo de vuelta y escuchar, comprender y estar abiertos a la perspectiva del otro.
Debemos tratar a nuestra pareja con respeto y empatía, incluso cuando tenemos diferencias, porque el aprendizaje más importante...
Es entender que no tenemos que estar de acuerdo en todo.
Somos seres individuales con experiencias de vida diferentes y eso nos lleva a ser distintos el uno del otro. Pero justamente ahí está la riqueza, ser complementos en vez de opuestos.
No intentemos tratar de cambiar a nuestra pareja o imponer nuestra voluntad sobre él o ella, eso, al contrario de Amar, comienzas a pedir y el Amor no pide, el Amor da. Cuando vivimos pendientes de lo que supuestamente te “tiene que dar” el otro, significa que nos estamos relacionando desde nuestras carencias y nuestras heridas, lo que finalmente se va a convertir en una relación de dependencia emocional y eso jamás llega a buen puerto, de hecho son las primeras relaciones que se destruyen.
El otro no tiene la culpa de las experiencia que has vivido ni de tus expectativas y por eso no es justo cargarle con esa mochila, tú eres el responsable de hacerte feliz y darte estabilidad. La pareja está diseñada para compartirse y ser compañeros, apoyarse mutuamente y entender siempre que el enemigo está afuera, no dentro de la relación.
Es importante también que en una relación de pareja se fomente la independencia y el espacio personal. Cada miembro de la pareja debe tener tiempo y espacio para sí mismo y sus propios intereses. Esto no solo ayuda a mantener una identidad individual fuerte, sino que también ayuda a mantener una relación saludable y equilibrada.
Por último, recuerda que todas las relaciones tienen altibajos, y que es importante ser pacientes y comprensivos el uno con el otro en momentos difíciles. Debemos estar dispuestos a trabajar juntos, comunicarnos claramente y resolver problemas, en lugar de culparnos mutuamente.
Y si quieres saber si lo que tienes en tu relación de VERdad, es simple:
Cuando el Amor es Real... siempre Crece.
